Sábado 8 de mayo, son casi las 6 de la tarde, desde lo alto del campanario, Sor Daycasta, otea el horizonte en busca de los primeros trajes puros y blancos que se van acercando.
Es día de comuniones, las campanas repican, los pajaritos cantan y las nubes se levantan.
Los balcones de la plaza rebosan expectantes ante el gentío, que con sus mejores galas va llegando.
(foto dedicada a los amigos de Algemesi)
Hasta llegar aquí han sido meses de preparativos, trabajo y bancarota.
La mañana, para no ser menos ha sido muy ajetreada, las chicas cada una a una peluquería distinta (para facilitar las cosas), comprar la traca, frugal comida y a embutirnos en los respectivos trajes, (hoy toca lencería fina y corbata).
Pasan a recogernos familiares, que bajo palio, nos acompañan a St. Jaume.
Tras la solemne misa y el habitual reparto de hostias, salimos de la iglesia y nos encontramos con unos novios que iban a celebrar su boda y con los que no puede evitar fotografiarme. (Espero que el cura llevara calzones bajo la sotana)
No os perdáis la segunda entrega, en la que partiendo en autobús, nos trasladamos a la sala Rex de Alzira a celebrar el acontecimiento por todo lo alto.