Hace unos días dimos por finalizada la temporada estival, lejos quedan ya los baños de sol, las tortillas de patata bajo la sombrilla y mi nueva pasión, el surf, el surf rimiento que me entra al ver mis carnes en bañador junto a las de las depiladas y tersas carnes juveniles, que lucen tangas y topleses.
Me estoy haciendo mayor.
Mucha y variada ha sido la vida social en el estío y que seguidamente os paso a contar.
Empezaremos con la paella a la que fuimos invitados por la amiga Teresa y su marido Juan (suecano de pro) en su adosado que a los Melorose Place tienen en Sueca.
Teresa fue en su momento compañera de estudios. Con ella he compartido muchos y buenos momentos y con la que tengo pendiente el no poder asistir a su boda.
Casada con Juan se trasladó a vivir a Sueca, donde al parecer, es requisito indispensable que para ser de esta población sepas hacer muy buenas paellas, lo llevan de serie. En este caso se lucieron.
Para el postre, el sr. Juan nos sorprendió con el melón más grande que he visto en mi vida, un melón del Perello, al cual tuvimos que hacer frente con un machete de cazar jabalíes. Bonísim.
De postre la sra. Cristina Masiá nos obsequió con una tarta casera de queso y arándanos que estaba para chuparse los dedos de los pies. Igualmente nos sorprendió el sr.Vicente con unas gafas tipo Mariñas que sirvieron para ver el álbum de fotos que nos trajo Cristina Cabrera, de las despedidas de soltera (entre ellas las de mi mujer).Todo un remember para el gin tonic.
El toque glamuroso del día lo puso Eugèni de C.Q.C. que lo teníamos en el adosado de al lado.
Días más tarde, la asociación de madres y padres comunioner@s, nos desplazamos a Xeraco, donde los amigos Maica y Vicente tenían alquilado un apartamento.
Llegamos temprano y fuimos a la carnicería Monduver a comprar fiambres para el almuerzo. Os recomiendo muy mucho que si vais a Xeraco aprovechéis para realizar unas compras en esta carnicería, el cuerpo os lo agradecerá.
Bocadillos, cervezas matutinas y unos chistes dieron paso a un acontecimiento inusual y peligroso que te cagas. Delante del apartamento tuvo lugar el aterrizaje y despegue de un helicóptero que nos lleno de arena y polvo hasta la rabadilla.
El abuelete que pasaba en ese momento ni se inmutó. Todo un legionario.
Para reponernos del impacto, pasamos la mañana en el chiringuito playero Bambú, del cual Vicente es un buen cliente, ya que los camareros se sabían hasta sus apellidos.
Que mejor para que grandes y pequeños coman que unas pizzas del restaurante Amadeus, y después una reponedora siesta en el césped de la piscina donde las chicas desnudan sus cuerpos al sol.
Para terminar, otra de paella. Esta vez en el Socarrat, organizada por Ricardo, Susana y familia.
Al igual que la fama de James Bond, a Ricardo le precedía su fama en el paellero, por lo que había una gran expectativa.
Para su elaboración sigue un ritual y metodología que cumple a rajatabla y en los que implica a toda la familia, o al que pilla más a mano. Les pilotes les fà la sogra, a mi me puso de paravientos con cartones, otros probaron la sal, otros…………
Menos mal que no trabaja en Galbis haciendo paellas para 1.000 personas, ya que habría más gente haciendo la paella que comiendo.
El método de Ricardo alcanza su máxima expresión con la utilización de un palillo para los dientes partido con el que mide la cantidad idónea de agua, momento exacto para poner el arroz.
Para acomodarnos toda la cuadrilla a la mesa tuvimos que realizar una mudanza de la que se recoge este impresionante documento gráfico (gracias a que en ese momento no pasaban los de Callejeros).
Todo trabajo tiene su fruto. Que me perdonen los de Sueca, pero Ricardo, hijo de Algemesí hizo una de las paellas más buenas que he comido nunca y al que aprovecho para felicitar nuevamente.
Estimados seguidores y amigos varios, como habréis observado últimamente el blog no presenta la fuidez de sus inicios y que sería lo adecuado para mantener una comunicación y atención por vuestra parte.
A pocos días de cumplir el año, he estado pensando en poner un punto y final a esta historia del blog, pero por otro lado algunos de vosotros me animáis a que continúe. Estoy entre dos aguas.
Bueno, sea lo que sea, en breve tendréis una nueva entrada para celebrar el aniversario y luego ya veremos.
Para animar los días lluviosos y otoñales que se avecinan, os recomiendo que escuchéis lo siguiente. No podréis parar los pieses.
