Ya lo comentamos en anteriores entradas:
- Si la crisis hace mella, vete de paella.
- Si la gamba cuesta un pastón, en Mercadona hay gambón.
- Si la que te cuelga está “molla”, pon en tu vida algo de cebolla.
Bueno, pues con estas premisas y bebidas varias, nos dirigimos una noche estival al Club de Tenis Algetenis a cenar unas gambas encebolladas, la cual terminó siendo la extraña noche de los hombres luciérnaga.
Todo empezó con los preparativos de la cena.
Sobre el caldero vertimos aceite y lo cubrimos con bastante sal.
Antes de añadir las gambas y en el momento de abrir las cajas que las contenían, observamos que en las mismas figuraba el rótulo de “Made in Japan”.
Unas risas provocadas en parte por las varias cervezas ingeridas, dieron con los siguientes comentarios:
“ A ver si vienen de Fukushima”
“ A ver si son gambas radioactivas (com la cançó dels Pantaix)
Más risas y más cervezas.
Retiramos las gambas del caldero en el momento en que cogieron color e incorporamos la cebolla.
Una vez la cebolla estuvo pochada añadimos nuevamente las gambas, momento en el que se produjo una gran humareda que todos los allí presentes inhalamos y que nos produjo toses varias y que el lagrimal se activase.
Unos tragos de cerveza para recuperarse de lo acontecido y al rato a cenar.
Cervezas, vinos y cavas acompañaban la cena y la estupenda velada, cuando de repente se fue la luz. Pero no todo fue oscuridad.
Si a Carmen de Mairena se le aparecieron dos pechos de repente, a los paelleros se nos iluminó.
Nuestras familias, esposas, hijos y amigos huyeron con los vehículos de manera apresurada al percatarse de la mutación que habíamos sufrido, dejándonos solos a nuestra suerte.
A partir de ese momento un cúmulo de sucesos se fueron dando. Nuestros cuerpos iluminaron el alumbramiento de una gata preñada, fuimos testigos de un despeñamiento (de verdad os lo digo) nos vimos obligados a colaborar en tareas de limpieza y un largo etc..
Nuestras familias dieron aviso a las fuerzas especiales de seguridad que se pusieron a buscarnos con orden de abatirnos.
En nuestra huida nos mimetizamos en lugares insospechados y allí permanecimos hasta que se hizo de día, momento en el cual dejamos de ser fluorescentes.
¡Qué noche la de aquel día!
24 sept 2011
9 sept 2011
EN CASA DE AR
Mientras la duquesa de Alba apura sus últimos días de soltería comprando lubricante y lencería fisna, mi estimada AR (no, no es Ana Rouse), me ha invitado a tomar un té con piñones en su maravillosa vivienda.
Hace unos años me aficcioné al ritual de té en un viaje a Túnez, visitando la ciudad de Sidi bou Said (toma ya!)
Como las bicicletas son para el verano, la Vanmoof no podía quedarse en casa y me llevó puntual a la cita. (Qué os parece la foto?, la Marjal, la Vanmoof, un gilipollas en bici haciéndose fotos que casi se mata....) Impresionant.
AR tiene en su casa un porche sin ruedas lugar en el que platicamos del Ibex, de la deuda griega, de la reforma constitucional y esos temas que suelen surgir alrededor de una taza de té.
Gente con nivel.
Por cierto, según AR (sí, está vez sí, Ana Rosa), se ha visto a la duquesa de Alba visitando a un famoso cirujano especialista en el tema del himen.
¿Serán los preparativos de la noche de bodas?
8 sept 2011
FESTES ALGEMESI
Rotundos y numerosos redobles suenan hoy en las calles de Algemesí.
Unos, los de los tabalets, acompañan bailes que conforman procesión para convertirse en patrimonio de la humanidad.
Otros corresponden a los stillettos altos y afilados que enaltecen piernas bronceadas en día festivo.
Desde estas dos perspectivas os dejo este reportaje en el que han participado conocidos, amigos y figurantes. De ellos, unos suben y bajan, otros aguantan y soportan, los demás golpean y bailan, la chupan y la tocan.
Unos, los de los tabalets, acompañan bailes que conforman procesión para convertirse en patrimonio de la humanidad.
Otros corresponden a los stillettos altos y afilados que enaltecen piernas bronceadas en día festivo.
Desde estas dos perspectivas os dejo este reportaje en el que han participado conocidos, amigos y figurantes. De ellos, unos suben y bajan, otros aguantan y soportan, los demás golpean y bailan, la chupan y la tocan.
De la otra perspectiva, la de las doradas pieles morenas, os dejo solamente una muestra por tener mis restricciones, adquiridas en alianza y no de civilizaciones. (Por cierto, vaya encuadre profesional)
Próxima entrada: “Visita a casa de A.R.”
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