Iluminado por el anuncio del Martini Rosato y por los consejos del doctor amor, este año pienso verlo todo de color de rosa, (aunque pienso en verde).
Desde siempre he sido fan de los anuncios de Martini, por muchos motivos me han atraído sus personajes, su fotografía, su imagen de pop atemporal, su música...
¿Quién no recuerda al chico Martini? Imposible olvidarlo.
Y la campaña protagonizada por George Clooney, no Martini, no party.
Y luego, y para compensar las ragazzas que los acompañan.
Bueno, como lo de la picha nueva no puede ser, instado por la seguidora mgorozco28, que me dice que mucho curso de cocina pero que no se nota, paso a indicaros la receta para elaborar una pizza para chuparse los dedos:
Ingredientes necesarios: harina, cerveza, aceite, levadura, tomate, bacón, jamón dulce, queso, atún y aceitunas.
En un bol añadir la harina, la cerveza, el aceite y la levadura.
Amasar la mezcla hasta conseguir una masa compacta.
Hornear la masa durante 15 minutos.
Añadir el resto de ingredientes y hornear durante 15/20 minutos y lista para comer.
Para aquellos que quieran aprovechar las rebajas al máximo, comentaros que en Falcon Crest, en Alginet, del 10 al 16 de enero se ofrecen todos los servicios a mitad de precio.
Se trata de otro tipo de "comidas".
Hola, la anónima Eli desde el destierro,te saluda después de tanto tiempo.
ResponderEliminarCon la Pizza me has tocado el tendre, recién venida de Roma,la pasta y las pizzas italianas son mi debilidad(por cierto mi cuñada dice "piza" con una sola z) y eso que todos me advertían qué allí no es demasiado sabrosa, y yo para desmentir comentarios he comido pasta todos los dias, comidas y cenas , ni que decir qué he venido hecha una màma italiana, no a lo Sofia Loren sino como esas de las películas italianas que salen dando voces mientras tienden la ropa, pero bueno como para privarnos ... ya patim prau no creus?un beset
Mamma mía, que alegría tener noticias de Eli.
ResponderEliminarCuanto tiempo, pensaba que algún italiano había sucumbido y ya no volvías a la España.
Lo de la pasta tiene arreglo, cuatro días peladeando en el ONE y solucionado.
Por cierto que tu cuñada y la mia o son familia o estudiaron juntas, ya que también dice piza.
Ciao bella.
Io sono italiano i la tua receta della pizza è infame. Questo non se puode chiamare pizza. È una cosa semblanti a cuinare una paella con berengena. Io sonno molto indignato i reclamo piu respeto per l'alta cuina italiana. Mafiosi, que sei tutti uni mafiosi.
ResponderEliminarSe notan las clases de cocina a las que asistes. Con la receta de la pizza (conozco a una persona que pronuncia con una "Z", ¿estudiaría en la misma institución que las mencionadas anteiormente?), has sabido hacer fácil lo extremadamente complicado y laborioso. Adelante, no desanimes.
ResponderEliminarPor cierto yo también comí un día en la Venta del Lobo, y si he de ser justo, tengo que comentar que lo difícil no fue comer lo que me sacaron, si no llegar hasta el final del bar, pues los pies se pegaban al suelo como si la fuerza de la gravedad de todo el planeta se hubiese concentrado en aquel antro, tal era el nivel de limpieza, ríase el Restaurante el Marranito.
Umberto per favore, no seas tan duro con el chaval, no ves que está empezando en esto.
ResponderEliminarPor tu actitud tan chulesca, tenía previsto viajar a Roma este verano, y ya no pienso ir, me voy a la France. Va fan culo.
Macias, casualmente estuve contigo en la Venta del Lobo y efectivamente costaba un gran esfuerzo dar dos pasos seguidos.
¿Qué tal si hablamos un día de estos de la Noche Vieja con la pianista del complejo hotelero de Siete Aguas?
¿O mejor comentamos algo de la brasileña?
Monpo, no consigo recordar a la pianista y mucho menos a la brasileña, ¿puede ser que mi subconsciente halla borrado aquel episodio?. Volviendo la vista atrás, el unico pianista que recuerdo es el de Benidorm. Y la única brasileña es la modalidad de depilación, que no creo que conozcan en Dos Aguas, que no siete.
ResponderEliminarMacias, yo sabía que había más de una agua, no recordaba cuantas.
ResponderEliminarEn el complejo teníamos a una bella servienta que por la tonalidad de sus dientes (uno blanco y el otro negro) la denominamos la pianista, siendo la brasileña la misma persona por el mostacho que se gastaba.