23 ene 2010

LA GOUTTE D´OR

Caga el Rey, caga el Papa y de cagar nadie se escapa.


Sin entrar en lo escatológico del asunto y a petición hace unas semanas de una seguidora que tenía o era un buen tipazo, en la que proponía una sección "cuandocagoporahi", hoy, "La hemos cagado".

Inseparables, comer y cagar todo es empezar, ya que de lo contrario vas a reventar, que es lo que casi le ocurre al campeón Carlos Sainz en el Dakar, que ha estado 18 días sin evacuar, siendo este al parecer el motivo de su triunfo, ya que tenía prisa por llegar a casa para "quitarse un marrón de encima".
Existen numerosos estudios de listos con gafas, de los que se deduce que el instinto del intestino dificulta que, quitarse un peso de encima fuera de su lugar habitual sea una ardua tarea.
Desde los bifidus de Coronado hasta los vientres planos de la fibra, muchos han sido los anuncios publicitarios para ayudarnos a poner un huevo.
Puede ocurrir que tengamos que tirar troncos al rio en el lugar de trabajo o en un restaurante, y que al finalizar nos percatemos de que no hay papel para tal menester. Debemos conservar la calma y actuar con dignidad, sin armar alboroto nos subiremos los pantalones, ya habrá tiempo de limpiarse.
Por la peste no preocuparse, con que nos juntemos con un grupo de gente, solucionado, ya que nadie sabrá quien es el portador de ese asunto tan turbio, pudiendo incluso aportar alguna frase indignante tipo: "Que olor más insportable", ¿Quién se ha cagado?

En la memoria colectiva existen infinidad de refranes al respecto, yo me quedo con el que un día me dijo Juanito Sol:
"Menja sà, caga fort i no tingues por a la mort".

Al igual que existen una gran variedad de maneras para indicar que vas al excusado:
  • Voy a plantar un pino.
  • Siento la llamada de la naturaleza.
  • Voy a ver Chicago.
  • Voy a lanzar una boya.
  • Voy a calcular mi producto interior bruto.
  • Me está viniendo la inspiración.

Este tema da para más, pero os dejo a la espera de alguna anécdota porque voy a sacar lo mejor de mi.

Mucha mierda.

5 comentarios:

  1. Intestinal apretón
    sintió un hombre singular´
    y llegando a su lugar
    siendo el asunto muy serio,
    la tapia de un cementerio
    eligió para cagar.

    Y no viendo bien el sitio
    pues era noche cerrada,
    bajo bóveda estrellada
    se liberó de tensiones:
    se bajó los pantalones
    y allí plantó su cagada.

    Y una cinta de corona
    al extremo de una cuerda
    se le enredó con la mierda,
    y saliendo de aquel zulo,
    pudo leerse en su culo:
    "Tu familia te recuerda".

    ¿Y a quién sucedió tal hecho
    que me viene a la memoria
    de esta urgencia transitoria
    que atentaba a la nariz?
    Pues se apellidaba Ortiz
    el muchacho de la historia.

    ResponderEliminar
  2. No coneixia aquest blog, me l'ha recomanat un amic que tu també coneixes i del que no tenia ni és que comartiem poble. Si fas clic damunt del meu nom podràs entrar al meu blog i allí et trobaràs una sorpresa d'un company teu.
    Per cert l'entrada no te desperdici i el poema és d'allò més escatològic i enginyós.
    T'espere al bosc dels somnis i a veure si algun dia ens veiem pel poble.

    ResponderEliminar
  3. Perdona, m'he menjat la paraula idea i a més he entrat amb l'altre compte google. Ara podràs accedir fent clic al nom i faràs tot un descobriment. Espere no enganyar-me

    ResponderEliminar
  4. Hola Joana.
    Si que a estat una sorpresa el que he trobat al teu blog, el gran M.A. esta fet tot un poeta, una faceta desconeguda de totes les que le coneixia.
    Te buscare al bosc dels sommis asuvint.

    ResponderEliminar
  5. Hola Meca Garía, o mejor M.A, creo que tu amiga Joana te ha puesto nombre y apellidos.
    El poema sin desperdicio, lo he impreso y tengo enmarcado.
    Ja parlem.

    ResponderEliminar