RESTAURANTE EL ROJO CEREZA (ALZIRA)

Esta próxima semana el blog cumplirá medio año, lo cual ha motivado que fuese recibido por la srta. Rita Barberá en el Ayuntamiento de Valencia, para felicitarme por mi labor de divulgación gastronómica y cultural, animándome a seguir con dicha tarea y prestándome su apoyo "pa lo que faça falta".

Mis Monipeni particulares han cumplido con su promesa de obsequiarme con una comida como regalo de cumpleaños.

Para ello han elegido el restaurante el Rojo Cereza en Alzira (Tel. 96 201 77 99), un sitio muy correcto, donde tienes que llamar al timbre para acceder y vienen a recibirte, siendo la primera impresión de un local elegante, moderno, limpio, con luz tenue y música suave aunque empalagosa (Beeges, Perales, Feliciano).

Al ágape se han sumado dos compañeros que le han dado el toque definitivo a la comida.

Tras las cervezas de rigor, nos han invitado al primer y curioso entrante consistente en un pimiento piquillo con morcilla y quicos, presentado en una cuchara doblada (se ve que tienen a Udi Gueller en la cocina).

Después hemos continuado con un jamón de bellota, una selección de quesos y unas colitas de gamba con ajos tiernos (exquisitas), acompañados por una botella de Marqués de Riscal.

El plato fuerte de la comida ha sido un arroz seco con pulpo, alcachofas y cebolla.

Pasamos a los postres donde encontramos un arroz con leche y canela con helado y unas fresas con helado de yogur y el que para mi es el postre ideal para mi anfitriona de Valencia, granizado de Gin Tónic, todo ello regado con unas botellas de orujo y mistela de ¿Turís?.

El restaurante ofrece productos de calidad, con toques creativos.

Los temas de conversación insuperables, empezando por una díscola Aguirre, pasando por las distintas salas del local para moral distraída http://www.charlestonparejas.com/, donde puedes hurgar o que te hurguen, discerniendo de como afecta el calor de la mano a la temperatura del vino, rematando con "Primo, atraca el barco como puedas".

Sobre las 19.30h. y tras liquidar una botella de Juvé Camps y la cuenta, hemos abandonado el local, escuchando a los camareros gritar jubilosos de alegría (no por la propina): !Por fin! !Ya se van! !Se les habrán dormido las nalgas!.

Estimadas secres, muchas gracias por el regalo, lo pasé genial.

Por otro lado y cuando leáis esta líneas ya habrá ocurrido, este fin de semana se entregan los Oscar en Hollywood, y hasta allí me he tenido que desplazar para acompañar a la ceremonia a una desconsolada Angelina que no atraviesa su mejor momento con Brad.

Los amigos están para eso.

Ya os contaré.