La suma con el mejor resultado.
Ya no hay respeto hacia los progenitores y si no que me lo digan a mí.
Las habituales partidas de tenis con mi hijo se han convertido en las habituales palizas a tenis que me endosa y si le consigo ganar algún juego, seguramente es porque se deja para que le siga dando de comer.
Después de una reponedora ducha el plan continúa con una visita a la Casa Cantonera y después a Casa Lutgarda. Si es que de casa no salgo.
La Casa Cantonera es una iniciativa cultural muy de agradecer (visitar web: http://www.lacasacantonera.org/ ), donde la compañía Xana Teatre representaba El Vuelo del Moscardón.
Hasta allí se desplazó la plana mayor de la Asociación de Padres y Madres Comunioneras Amig@s de Miguelturra.
El “inconveniente” que tiene la Casa Cantonera es que está situada justo enfrente de Casa Lutgarda y desde el momento en que allí empiezan a descorchar vinos y cervezas, a freír alitas, chorizos, calamares, bravas…. los espectadores de la Casa Cantonera van abandonando sutilmente sus asientos y se trasladan poco a poco al escenario en el que alcohólicos anónimos debería enviar a sus mejores agentes.
En definitiva, cuando me percaté, me había quedado solo ante Piu de Ferro i Pit de Colom (personajes de la divertida obra), y mis acompañantes ya me llevaban varias cervezas de ventaja a la hora de finalizar la actuación.
Venga señores, que un poco de teatro al año no hace daño.
Mis felicidades a la madre de Maica, la cool hunter de Algemesí, creadora de nuevas tendencias y qua ha convertido las iniciales de Pedro del Hierro, en Prenda de Hencoger (permitidme la H).
Pues que se vaya preparando Vicente con las mallas y los nuevos diseños que tengo preparados.
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